“¿Quién será…?”

Gu Yu bajó la mirada a la tarjeta del guion y soltó un suspiro silencioso.

Ojalá el personaje que le tocaba no fuera muy complicado… Con que no quedara en ridículo sobre el escenario, ya se da por bien servida.

El presentador dijo:

—Por favor, muestren sus tarjetas de personaje a la cámara.

Uno tras otro, los invitados giraron sus tarjetas. En ese momento, se escucharon exclamaciones sorprendidas entre el público.

“¿Eh? ¿Qué pasó?”.

Gu Yu todavía no entendía qué estaba ocurriendo cuando notó que muchas miradas se clavaban en ella. De inmediato, tuvo un mal presentimiento. Frunció el ceño y volvió la vista hacia los demás participantes…

Repasó una por una las tarjetas. Ninguna tenía escrito “Zhou Yingzhi”. Cuanto más buscaba, más se aceleraba su corazón.

Hasta que—
Su mirada se detuvo en la última persona.

Unas manos blancas como el jade, finas y suaves, muy familiares para ella. Esa misma mañana las había sostenido camino a la alfombra roja. Aún recordaba lo frías que se sentían.

Gu Yu levantó la vista… y efectivamente, se encontró con unos ojos color vino tinto que ya conocía muy bien.

Y justo ahí, en la tarjeta que sostenía esa persona, brillaban dos palabras bien claras: “Zhou Yingzhi”.

……

Perfecto. Qué mala suerte la suya.

Ahora entendía por qué el público había reaccionado así: Su Yue, la favorita de todos, tendría que actuar junto a ella… ¡la villana que sus fans más detestaban! ¿Quién podía soportar ver a su diosa haciendo una escena con esa “arpía”?

Gu Yu, en ese momento, se sentía como una sardina seca sin aspiraciones…

Y para colmo, el personaje de Su Yue era de género opuesto al suyo: era alfa. Lo que significaba que… ¡tenían que actuar una escena romántica!

¿No era eso demasiado?

¿Una escena romántica con Su Yue? ¡Eso era demasiado para su corazón!

En el camerino, mientras le retocaban el maquillaje y el guionista le explicaba la trama, Gu Yu tenía la expresión de alguien que ya había renunciado a la vida.

“¿Cuándo se va a terminar esto para que pueda volver a casa?” pensaba, con la cara completamente vacía, mientras asentía mecánicamente a las instrucciones del guion.

Ahora que lo pensaba, la familia Gu no estaba tan mal. Quitando a ese padre despreciable que no se sabía cuándo aparecería, tanto la tía Lin como incluso esa madre de la protagonista original —que nunca la había querido— eran, en cierto sentido, aceptables para Gu Yu.

Claro… en comparación con lo de ahora.

Del otro lado, Su Yue cerró el guion tras escuchar al guionista. Esta película era todo un clásico. Había leído la historia tantas veces que se la sabía de memoria. Incluso sin explicación, podía recitarla palabra por palabra.

Su Yue desvió la mirada hacia Gu Yu. La otra estaba escuchando atentamente al guionista, con las cejas ligeramente fruncidas, como si algo le preocupara.

Su Yue se movió un poco, queriendo ir a ayudarla. Pero justo al ponerse de pie, una imagen cruzó su mente: los ojos de Gu Yu, humedecidos por las lágrimas, apenas un momento antes…

Esa escena fue como una daga invisible y afilada, que se le clavó directamente en el pecho. Dolía. Dolía mucho.

Probablemente no quisiera verla ahora mismo…

Su Yue se detuvo, sin dar un paso más. Miró la espalda de Gu Yu, y su mirada se volvió más sombría…

El escenario ya estaba listo. Bajo el foco de las luces, los actores tomaban sus posiciones.

Por sorteo, el primer grupo en salir a escena fue el de Gu Yu. Además de ella, también estaban Su Yue y Lan Xi.

Justo antes de subir al escenario, Lan Xi lanzó una mirada oscura a Su Yue. Esta, con una ceja levantada, le respondió con desprecio.

Gu Yu, mientras tanto, seguía absorta en el guion. Estaba tan concentrada que ni se percató de la tensión que se podía cortar con un cuchillo a pocos pasos de ella.

No tenía demasiadas líneas, además que el escenario contaba con un apuntador y el guionista ya le había explicado la historia con lujo de detalle. Pero Gu Yu no confiaba ni un poco en sus dotes de actuación, siendo que no contaba con ningún tipo de entrenamiento. Estaba segura de que haría el ridículo.

“¡Si solo he diseñado vestuario para celebridades, nunca he actuado en mi vida!”.

¿Qué se supone que debía hacer ahora? ¿Y si tartamudeaba? ¿O si su expresión resultaba tan rígida que todos la criticaban?

Gu Yu entró en un bucle de dudas. Su ansiedad y nerviosismo crecían sin freno justo antes de subir al escenario, como una presa a punto de romperse, inundando todo su interior hasta casi ahogarla.

Justo cuando Gu Yu estaba tan nerviosa que sentía que no podría soportarlo más, una mano fría apareció de pronto y le sujetó con firmeza la muñeca…

Una agradable frescura recorrió su cuerpo desde la muñeca, esparciéndose hasta lo más profundo de sus huesos.

Su Yue parecía tener algún tipo de magia. Como un arroyo cristalino que le acariciaba los pies, o como si estuviera flotando sobre nubes suaves y tranquilas, con una fuerza serena que fue calmando rápidamente su ansiedad.

—No te pongas nerviosa, solo piensa que es una experiencia para disfrutar —dijo Su Yue con suavidad. Al ver que Gu Yu parecía un poco más tranquila, soltó su mano y le ofreció una botella de agua. —Estudia bien el carácter del personaje. Trata de conectar con él emocionalmente. Una vez que subas al escenario… tú eres Mu Jian.

Su Yue le habló con paciencia, ayudándola a entrar en el papel. En ese momento ya no era una máquina guiada por el rencor, sino una actriz profesional entregada a su pasión, brillando con todo su esplendor en el escenario que le pertenecía.

Una estrella lejana, pero maravillosamente real.

—Gracias. Lo entiendo —respondió Gu Yu, tomando aire. Era la primera vez que veía a Su Yue tan seria, y eso la animó más de lo que esperaba. Su ansiedad empezó a disiparse poco a poco, y ya no sentía tanto miedo escénico.

—Y si olvidas alguna línea, no pasa nada, hay apuntador —dijo Su Yue con una sonrisa ligera. Sus ojos color vino brillaban como la superficie de un lago agitado por la brisa. —Y si de plano no puedes actuar, tampoco importa. No importa lo que pase, estaré aquí contigo. No te preocupes.

El corazón de Gu Yu comenzó a latir con fuerza, como tambores resonando en su pecho. Una extraña y poderosa emoción brotó desde lo más profundo, vibrando en el aire como una cuerda tensa que deja un eco al romperse.

⋯⋯⋯⋯⋯

En el amplio escenario, bajo la atenta mirada de todos, las luces se encendieron como una luna que iluminaba un mundo de ensueño. Una música suave y envolvente marcó el inicio de la historia…

En un sendero asfaltado cubierto de hojas de ginkgo, los rayos del sol se filtraban entre las ramas. Una brisa levantó un mechón del cabello de Gu Yu, y bajo esa luz dorada, su figura parecía aún más serena y dulce.

—¡Profesora Mu! —una voz clara resonó a su espalda. Gu Yu se giró y se encontró con esos conocidos ojos color vino tinto.

—Zhou Yingzhi… ¿Qué haces aquí? ¿No ibas a tomarte las fotos de graduación?

La sonrisa de Su Yue era brillante como el sol de primavera.

—Quería tomarme una contigo.

—Lo siento… hoy tengo algo pendiente. Me temo que no podré cumplir la promesa…

La mirada de Gu Yu se desvió con un leve temblor, sus ojos reflejaban un dejo de culpa.

—¿Va a ir a verla… verdad? A esa persona del pasado de la que me habló.

Los ojos de Su Yue se ensombrecieron, como un lago profundo donde se reflejaba la tristeza.

Su interpretación era tan viva como real, con transiciones emocionales suaves y naturales. No había rastro de técnicas forzadas ni actuaciones mecánicas. Era talento puro, tallado con el tiempo y la experiencia.

Y al verla tan abatida, incluso sabiendo que era solo una actuación, el corazón de Gu Yu se encogió sin querer.